lunes, 6 de abril de 2015

¡Cuidado! ¿Estás alimentando bien a tu gato?

Al ver a nuestros amigos felinos queremos darle todo tipo de mimos. Pero cuidado, ellos no tienen la misma dieta que nosotros. Entonces, ¿qué alimentos podemos darles y cuáles no?, todo ello vamos a aclararlo en el siguiente artículo.


Cada animal tiene necesidades específicas, por tal motivo no todo lo que nosotros comamos les hace bien a nuestras mascotas en general.  

Les doy una lista de ejemplos de lo que NO debes darle a tu amigo gatuno:

  • Carnes frías: El organismo de los gatos no está preparado para asumir tanta grasa y sodio como contienen estos alimentos.
  • Pescado crudo: Contienen parásitos y enzimas que son potencialmente peligrosas para los gatos.
  • Atún enlatado: La comida que consumen los humanos no es apta para animales. Lo mismo sucede con el atún enlatado de consumo humano, ya que está pensado para personas y no para felinos en este caso. Además que al ser alimento blando dificulta la limpieza bucal.
  • Comida para perro: De la misma forma que la comida para humanos no es apta para gatos, la de perros tampoco lo es. Ya que cada alimento está preparado para cubrir unas necesidades específicas de la especie.
  • Huesos de pollo: Cuando se cocinan se fragmentan, por lo que resultan extremadamente peligrosos por el elevado riesgo de ocasionar alteraciones internas y obstrucciones intestinales, así como asfixia.
  • Chocolate: Es tóxico para nuestras mascotas. Contiene una sustancia llamada teobromina que el metabolismo de los gatos es incapaz de eliminar, haciendo que se acumule en su sangre y pueda resultar mortal.
  • Cafeína y teína: Los refrescos, el café e incluso los tés contienen estas sustancias, las cuales resultan difíciles de eliminar por el cuerpo de los felinos, causando que éstos se vean más afectados por las propiedades excitantes.
  • Huevo crudo: Contienen Avidina, sustancia que puede detener la absorción de vitamina B. Además, existe riesgo de contagio por salmonella o entero colitis.
  • Levadura: Lo mismo sucede con la carne, nuestros mininos pueden sufrir complicaciones intestinales graves si llega a consumirlo.
  • Leche: Un lácteo nunca va a ser toxico, lo que si pasa es que contiene lactosa (el azúcar de la leche) y para animales intolerantes a la lactosa les va a producir diarreas, por ello es mejor prevenir que lamentar. ¡Ojo!, cabe recalcar que la leche de vaca nunca va a comparar la leche de gata, puesto que no contiene los mismos nutrientes ni la misma composición.
  • Frutos secos: en general son perjudiciales para nuestras mascotas, ya que pueden generar problemas en su sistema nervioso.
  • Aguacate: Contiene una sustancia llamada Persin que es tóxica para los gatos, pudiéndole ocasionar problemas gastrointestinales y respiratorios con su consumo.
  • Cebolla  y ajo: El ajo solo es malo si se le da en grandes cantidades, si es poco no le hace ningún mal, incluso le ayuda a desparasitarse. Los mismos veterinarios recetan productos basados en ajo para eso mismo.
  • Uvas: (tóxico), si se abusa de esta fruta, el animal puede sufrir insuficiencia renal.



¡Evita los comportamientos indeseados!


Generalmente las manías por comer objetos tales como plásticos y ropa provienen de una mala alimentación.



Nosotros como sus dueños debemos elegirle correctamente sus alimentos puesto que estos trastornos suelen ir acompañados de problemas digestivos y carencias de nutrientes. Es importante saber que no es suficiente alimentar a nuestros gatitos una o dos veces al día y tampoco es adecuado cambiarles su dieta drásticamente sin antes consultarlo con un especialista.



Sonrisitas saludables

Es importante (en conjunto con su alimentación) saber si nuestros amiguitos tienen una dentadura sana pues, caso contrario, pueden sufrir algún tipo de enfermedad.

La dentadura del gato ha cambiado.

Si bien la usaban como principal arma de caza, ahora esta está amoldada a una dieta especial a sus necesidades. Por ello, es importante estar pendiente del cuidado de sus dientecitos  ya que todo animal debería conservar su dentadura al completo. No es tan difícil detectar si nuestros mininos están enfermos, algunos síntomas comunes son: dolencia, excesiva salivación, aliento cargado y falta de apetito. 

De la misma forma, las enfermedades que se derivan de estos síntomas son los siguientes: sarro, gingivitis, resorción dental (inflamación del tejido que rodea al diente), fracturas molares, entre otros.

Para prevenir todo ello, el primer paso es una correcta alimentación y lo segundo (pero no menos importante), visitar con regularidad a nuestro veterinario de confianza.


¿Curioso, verdad? Espero que este artículo te haya sido de ayuda. ¡A pensar dos veces en la correcta alimentación de nuestro michito!

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